“General Motors Argentina informa que ha logrado avances parciales con sus proveedores cuyos pagos al exterior siguen demorados. No obstante, la compañía está en condiciones de retomar la producción industrial en su planta de Alvear, provincia de Santa Fe, a partir del próximo 30 de octubre. General Motors reitera su compromiso con el crecimiento económico e industrial con valor agregado para el país”, señalaron desde la empresa automotriz tras la interrupción que se había dado el 10 de octubre a raíz de que varios proveedores del exterior cortaron los envíos de insumos a la Argentina por falta de pago de la filial local como consecuencia de las restricciones al acceso a dólares que dispuso el gobierno.
Durante este tiempo, unos 1.300 operarios fueron suspendidos y cobran el salario de forma parcial.
Desde los proveedores internacionales se venía anticipando que se cortaría el suministro de productos ante la falta de pago, pero hasta el momento no había sucedido una interrupción de los envíos de tal magnitud que obligara a una terminal a parar la actividad por dos semanas.
En la fábrica en las afueras de Rosario se producen los modelos Tracker y Cruze. Este último vehículo se encuentra en el fin de su ciclo de vida y antes de fin de año saldrá definitivamente de la línea de montaje. La decisión de la automotriz estadounidense se suma a otras paradas realizadas por otras terminales por distintos motivos.