Mucho se habló de la salud mental durante el periodo de pandemia, y cómo ello ha afectado el ánimo, cabeza y relaciones de las personas, principalmente si se le agregan otras preocupaciones diarias como el trabajo, el dinero, la comida, el cuidado de la casa, los hijos, etc.
Solange Rodríguez Espínola, investigadora del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, trajo luz al asunto afirmando la veracidad de los efectos que trajo la pandemia en materia de salud mental, en una entrevista con Profesional FM.
En este sentido, afirmó que según los estudios que realizan desde 2004 sobre los síntomas de depresión y ansiedad en las personas, estos se mantuvieron medianamente estables hasta la pandemia, cuando empezaron a elevarse.
A esto hay que agregarle que otra variante, principalmente para los argentinos, es la cuestión de las preocupaciones diarias relacionadas a la economía. En este punto, aseguró que el panorama se ve perjudicado por los datos de alta inflación, informalidad laboral, pobreza, etc.
Además de jugar un rol fundamental en la mente de las personas, estas variables son doblemente notadas, ya que la persona, por necesidad, empieza a priorizar sus consumos, comenzando por la alimentación, y hasta a veces deja de lado la cuestión de la salud, principalmente, la salud mental.