Temperley recupera la confianza, halla su forma, se reencuentra con un estilo que lo identifica. Y gana, claro, a tal punto que está segundo en la Superliga.
Fue inevitable que tras la salida de Marco Giordano Temperley sufriera un proceso de readaptación, de volver a ser desde la intensidad, la defensa, el sacrificio, ese arremangarse como metáfora de agachar el culo y copar cada espacio para robar y correr. Perdió el talento de una de las grandes joyas salidas de su cantera, y tras algunas semanas melancólicas de derrotas, cayó en cuenta de que la forma de salir era apostando a la defensa, en el plano terrenal, ya sin la magia del 9.
La noche de Superliga lo encontró en pleno resurgimiento, alejado de los lujos, pero dispuestos a trabajar. Y así sorprendió a Unión y Progreso, que estuvo estático e impreciso en el arranque y lo sufrió. A Temperley le costaba en el fijo, pero desde lo que generó atrás robó y corrió para lastimar a una defensa que no regresó a tiempo por las pérdidas en terreno alto.
Unión apuesta a ser un equipo ordenado, abastecer a sus internos y generar espacios desde lo que genera Rossi con pelota en mano o Marchisio con el tiro, pero claro, durante la primera mitad prácticamente no pudo manejar la bola a voluntad. Apenas un par de pelotas profundas para Mir y Lacorazza encontraron la zona liberada.
Temperley gozó de un 30 a 10 como exponente máximo de su dominio, pero después sufrió la reacción visitante, sin lujos, pero con oficio y vergüenza deportiva.
En la segunda mitad Unión fue más directo para escapar a la presión, y desde la verticalidad halló lo mejor de Rossi, más la potencia de sus internos para disponer de segundas chances. Mejoró la visita, perdió sorpresa el local. Y el partido volvió a ser partido.
Sin que le sobre nada, Unión llegó a ponerse a tiro (48-53), y apostó a la zona para lograr el milagro, pero entre los rebotes en ataque del Negro, un par tapas fantásticas de Tomás Morici y otros tantos dobles del pibe, Temperley pudo cerrar el partido a su favor.
Con trabajo, con esfuerzo, sin lujos. No siempre hay magia, a veces hay que laburar. Y Temperley se acordó de qué se trata.
SÍNTESIS
TEMPERLEY 68: Roig 9, Ottolini 8, Lussenhoff 2, López 9, Parizzia 13 (fi), Torres 9, Mariani 0, Derevianyj 2, Morici 16, Virgili 0. DT: Marcelo Roig.
UNIÓN Y PROGRESO 56: Marchisio 12, Rossi 10, Pastorino 2, Cabaña 13, Mir 10 (fi), Juan 2, Lacorazza 7, Prez 0. DT: Pablo Diez.
ESTADIO: Alfredo Morosano
ÁRBITROS: Miraglia y Salcedo
PARCIALES: 19/8, 35/20 y 50/41
Récords: Caova 13-4, Temperley 12-6, Sportsmen 11-6, Talleres 11-7, Unión 10-8, El Tala 10-6, Echesortu 10-6, Gimnasia 9-8, Náutico 7-9, Sportivo América 7-10, Atalaya 7-10, Ciclón 3-12, Saladillo 0-18.